Fumar, sirve para conjurar la angustia de no hacer nada
durante los momentos en los que no hay nada que hacer.
Entiendo perfectamente que se defiendan los derechos de los no fumadores, pero ¿Quién defiende nuestros derechos como fumadores? Que no da cáncer, que nos va matar, que por cada calada te metes al cuerpo cuchomil producto tóxicos, ok, lo sabemos, eso no los recuerdan a grandes letras incluso en cada cajetilla que compramos, pero ese es NUESTRO PROBLEMA. Nosotros también tenemos derechos a fumar en distintos lugares y no ser excluidos cada vez más ¿Han notado por ejemplo que el área de fumadores de los cafés o restaurantes se encuentra siempre, prácticamente, en la calle? O sea si en invierno tienes deseos de tomar un café y fumar no te queda otra que aguantarte las ganas o sufrir una hipotermia feroz, mientras los demás están de lo más calientes dentro del local, claro, ellos no fuman y tú si, eres casi una escoria, a la cárcel deberías ir sinvergüenza.
Incluso una chica (vegetariana y evangélica) me dijo hoy, mientras me miraba casi como si cometiera un crimen mientras encendía un cigarrillo, que habían métodos para dejarlo, incluso “tratamientos sicológicos”, claro que le dije que no (mientras llenaba de rico humo el aire que compartíamos) ¿Por qué tienen que andar dando esos consejitos tan absurdos? No los quiero, no gracias, fumando estoy bien y soy menos infeliz de lo que sería si no fumara. Un cigarro me ha ayudado mucho más que un tratamiento sicológico, mil palabras y trescientas sesiones con un loquero no lograran calmar la ansiedad ni locura que si logra un buen pucho.
El combativo cigarro cumple además otras funciones: Es como un amigo que te acompaña cuando por ejemplo tienes que ingresar a una fiesta y no conoces a nadie, tenerlo en la boca te da esa compañía tan necesaria (casi podría jurar que en la cajetilla dice: Rompa la envoltura en casos de emergencia
). Es también un buen compañero en noches que la depresión o pena parecen ganarte la guerra. Sirve (mira cuantas utilidades tiene) para que mientras conversas con una chica que recién conoces, aplaque tus nervios que te desbordan sin misericordia. Es sin lugar a dudas, el mejor ansiolítico inventado por el hombre.
Las personas que no fuman no saben del inmenso placer que se pierden. Hay chicos a los que conozco que llegan al extremo de decir que ni siquiera podrían estar con una chica que fume. Que tontos!!!!! Pocos placeres son tan ricos como lamer una piel que trasunta nicotina, el besar una boca con sabor a tabaco recién aspirado o el disfrute tan intenso al sentir un aliento lleno de tabaco contra tu boca. Bienaventurados los que puedan besar esas bocas, de ellos será el reino del tabaco.
Y solo por recomendación, todo fumador que se respeta, debe leer en algun momento el último cuento que aparece en "La palabra del mudo" de Julio Ramon Ribeyro, cuento llamado : "solo para fumadores"...
y es que como diria J.Sabina: escribir sin fumar es inhumano, los fumadores pasivos son unos cabornes que fuman sin pagar...(deberian pagar un impuesto).
ResponderBorrarquise decir "cabrones" no carbones jaja , saludos!
ResponderBorrargracias por visitar.. en poco volveré a eso de escribir, y a eso de fumar además, riesgos de verano.. un abrazo.
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