miércoles, 28 de abril de 2010

Enamorandome de mi ex...

Ella lo quería, el jugaba...
... ella se fue, él se enamoró...
Tu te alejaste más de lo que yo me alejé... malditos sistemas de información modernos!! desaparezcan el hi5, desaparezcan el face, y desaparezcan el twitter!!!... pero dejen mi blog!!!
Yo no te extraño!!! es mi estado de negación casi espiritual en medio de tanta arena sin playa, y tanta tecnología sin placer, no te quiero, no me gustas, no más!!!.. no tienes ningun derecho, no!! yo te necesité mucho, y aun... jodes!!! te veo y jodes!!! me alteras el equilibrio, destruyes mi estabilidad... ya pasaron los años, y aun me haces recordar el día que volví a esta ciudad.. aun me haces recordar el día que te conocí, aun me haces recordar el beso que no me diste, me haces recordar el beso que si me diste... y todos los besos que perdí por no decir "te necesito"... aun me haces recordar el huevón que era.
Tenemos amigos, tenemos medallas, tenemos agarres, tenemos la calle, tenemos los trenes, las risas, los bares, tenemos los besos, caricias y abrazos, tenemos la tele, el inter y el cel, tenemos memorias, tenemos olvidos, tenemos la duda y la fe, sumo y sigo, tenemos urgencias, amores que matan, tenemos alcohol, tabacos, razones, tenemos cenizas de revoluciones!!
Tenemos zapatos, orgullos presentes, tenemos la boca, la lengua, los dientes, tenemos el sexo, el rock y la droga, tenemos proyectos que se marchitaron, crimenes perfectos que no cometimos, retratos de amantes que nos olvidaron, y un alma en oferta que nunca vendimos.. tenemos mas de cien mentiras que valen la pena!
No me tienes tú, no te tengo yo, no tenemos más! ni nextel tienes tú, ni internet tengo yo... pero aun tenemos a Joaquin, ahí nos vemos, el 2 de junio, para que jodas por última vez!

lunes, 19 de abril de 2010

Besos y no besos

Un día llegué a una fiesta con una amiga que no quería que sea mi amiga. Pronto estaba solo en medio de luces de neón, gélido humo y bailes desmembrados. Mi compañera ya me había abandonado.

No hay nada más placentero que fumar y tomar una cerveza mirando a toda esa masa de desconocidos comportándose de manera estúpidamente previsible. El templado que sueña, el afanador que rebota, la coqueta que se contornea, la loca que baila.

Divagaba con mis pies. Pensaba con mis manos. Fumando y tomando. Soñando y aluciando. Pronto estaba en una de esas inconexas conversaciones con un barbudo que estaba del otro lado del mundo. En esta clase de instantes, siempre me odio, pues por más que paresca una buena imitación de alguien que disfruta su libertad, luego me traiciono. No puedo evitar estar pendiente de todo. Del amigo. De ella. De mí. De ellos.

Construí un callejón humano que iba desde mis ojos hasta su sonrisa. Estaba en una cámara lenta eterna. Sus manos peinando el cabello. Sus labios murmurando. Los ojos fijos sobre su amigo. Su pie nervioso siguiendo el ritmo de la música.

“Agárratela”, interrumpió mi barbado y esfumado compañero. Yo con mucho porro y alcohol en mis pulmones y venas salí raudo tras ella. (decisiones sin pensamiento) En estos casos he aprendido que si quieres besar a una linda niña no hay que decir mucho. No hay que pedir permiso. No hay que rogar por una posibilidad. Simplemente la miras a los ojos y ya lo sabes.

Estábamos atrapados en una angosta cocina. Yo me aproximé sin dejarla huir. En un solo instante ella se dio cuenta de lo que sucedía. Me miró a los ojos. Yo ví sus labios. Ella decía palabras sin sonidos. Sus brazos suaves y sus manos aún más suaves. Su cabeza de un lado la mía del otro.

Su boca muy cerca y yo aun más cerca. Un pequeño moviendo y un beso en la mejilla. (¡Mierda!). No entiendo. Ahora no. ¿Entonces cuando? En 48 horas. Me abrazó con mucha fuerza. La deje ir. Me quede solo en la cocina. Vague por la oscuridad decodificando lo que me había dicho. Por qué las mujeres no te miran a la cara y te dicen: no quiero besarte. Escapé como un vil ladrón. Trepé a mi auto y salí volado.

Me desperté feliz. Miré al techo y recordé el episodio. ¡Dios! Me enterré en mis sabanas. Me ahogué con mi almohada. Me acorde de la escena. Me quería dormir para siempre. Mucho pisco, demasiados cigarros y desproporcionados deseos. Me traicioné.

Uno nunca acepta consejos. No le haces casos a las advertencias. Si está loca, me gustan las locas. Si es mala, me gustan las malas. Y si ella te volteo la cara es un fascinante reto por resolver. Una apuesta personal. Ese beso negado llevó a más que eso, finalmente. Cariño sin amor y afecto simulado.

Si la besaba ese día nunca más la buscaba. Un ahorro de mentiras y angustias. De saliva y lágrimas. Nunca hubiera existido una versión de mí basada en ella. Ni una ficción construida en su psicosis por no amar. Ahora se que la infelicidad era su fantasía perfecta. Ella dejó que el dolor curta su piel. Y yo siempre fui un desconocido. Por eso ahora yo respiro con alivio .

jueves, 15 de abril de 2010

Te regalo un cuento...

Podía haber sido un paseo por el parque o una canción a medio hacer. Una carta de amor, un capuccino en tu plaza favorita o un truco de magia sin ensayar apenitas. Pero no. Quería que fuera un cuento. No para después de hacer el amor ni para que nos echemos de menos. No para que suene el Adaggieto de la quinta de Mahler, ni nada por el estilo. Te regalo un cuento para que puedas hacerlo tuyo dibujándole una narizota, para que lo compartas con tu vecina de escalera o con tu gato. Para que elijas la banda sonora que te apetece que suene de fondo mientras lo lees. Yo tengo mis canciones para escribirte. Tu las tuyas para leerme. Te regalo un cuento para que puedas llevarlo contigo, dobladito en el bolso, o entre las páginas de un libro de Benedetti. Para que cuando te enfades conmigo puedas estrujarlo y hacer con él una pelota de papel, arrojarlo por la ventana y mirar complacida cómo lo atropella un autobús. Para que lo fotocopies mil veces y le entregues una copia a quien más te apetezca. Para que envuelvas con él una manzana o para colgarlo en tu pared. Para que le claves alfileres los días en los que me matarías. O para apuntar encima del título el teléfono de tu banco. Te regalo un cuento improvisado. De esos que empiezas a escribir sin pensar y que no sabes cuándo acaban. Te regalo esta noche y todas las demás. Te ofrezco mi sonrisa non stop, sin conservantes ni colorantes. Aún a riesgo de poder ser acusado de alevosía y nocturnidad, y aunque puedan encontrarse muchos más agravantes. Te dejo abierta la ventana para que te cueles, para que me espíes ésta noche. Para que me veas sin que te vea. Para que me cuides un poco sin que yo lo sepa. Te regalo una idea. El concepto más hermoso de complicidad, un escenario vacío en el que buscar la manera de encontrarse. Te regalo un cuento que habla de amigos y de sueños, de noches de verano pegajosas, de mí mismo mientras me imagino tu cuarto desde lo alto del cielo, antes de lanzarme en picado sobre tu almohada. De kamikazes que se estrellan en tus brazos y que no vuelven a despegar, ni falta que les hace. Te regalo el kit completo de cariño, el maletín mágico con el que jugabas de niña a maquillar muñecas y cocinar guisos de plastilina mientras yo fabricaba dinamita con el Quimicefa. Te regalo un cuento indeterminado sin pies ni cabeza, sin trama ni desenlace final, sin argumentos y sin actores de reparto. Sin moraleja. Y si la tiene, que sólo tú la conozcas. Lo único que necesitas es cerrar la puerta de tu habitación , apagar la luz, y cerrar los ojos, no necesariamente en ese orden. Dejar que te lea al oído, olvidarte de las facturas y del telediario. Quererme un poco más que hace cinco minutos y hacérmelo saber, de alguna manera. Te regalo un deseo. Llenarte de unas ganas locas de reír y de que salgas corriendo en busca de una diadema bonita para el pelo. Que necesites llamarme y te encuentres pidiéndome que apague la luz, que cierre mi puerta y entonces, empieces a leer el mismo cuento que estás leyendo ahora. Y ojalá no podamos dejar de llamarnos cada noche, para contarnos el mismo cuento. Toda una vida. Un cuento para llevarte de viaje, y para leerle a tus hijos y a los míos, a tus nietos y a mi abuela. A las calles y a los parques. Te regalo un cuento sin papel de colores ni un "espero que te guste". Sin aplicar el IVA y sin descuento por pronto pago. Un cuento que habla de ti y de mí, que pueda leerse cualquier día del año, a cualquier hora, sea cual sea tu estado de ánimo o tu sabor favorito de helado.

Te regalo este cuento.

Nota 1: Carta finalista (2ª clasificada) del IV Concurso Antonio Villalba de Cartas de Amor de Escuela de Escritores

Nota 2 : Me hubiera gustado escribir esto, es decir ser el autor original, pero como las palabras son del viento, algun día lo escribiré, y a firma personal.

Nota 3 : Me hubiera gustado escribir esto además como el cierre de esta historia, porque es lo más bonito que he leído ultimamente.

Nota 4 : Te extraño.

Nota 5 : Adiós.

viernes, 9 de abril de 2010

Se puede tener amigas??

Nunca creí en la amistad entre hombres y mujeres. Siempre huí de la figura del mejor amigo. Siempre fui el confidente de mi mejor amiga. No se como pero siempre llegaba al mismo destino cuando había escogido un camino distinto. Quizás por mi rostro de confianza que hace que las chicas me cuenten sus más íntimos secretos. Tal vez por esa empatía instantánea que tengo con las mujeres y que muchas veces no se canalizar.Tuve de mejor amiga a M y me enamoré. Tuve de casi hermana a K y me templé. Tuve de super brother a P y vaya si la amé en silencio. Siempre terminaba viendo a mis amigas con sus nuevos novios. Siempre veía como se escapaba el amor de mi vida en brazos de otro (no amigo).Es así que siempre he pensado que de una mejor amiga o te enamoraste, o estas enamorando o te enamorarás. O para de decirlo de manera más carnal. O te la agarraste, o te la agarras o te la agarraras. Bajo este parámetro uno puede vivir con sinceridad la amistad con las mujeres
En mi caso a falta de mi novia tengo tres amigas que son como una enamorada. No por que tenga algo con ellas sino por todo lo que no tengo con ellas teniendo tanto. De todas ellas solo una no cumple la regla del párrafo anterior.
La primera es mi alma gemela. Es la chica que se parece más a cada una de las novias que he tenido. Ella es todo lo que busco en todas mis novias. Inteligente, interesante, inocente. Le gusta el rock y se apasiona con su trabajo. Escribe blogs y se derrite en su vida. Es la compañera perfecta para salir a reuniones. Nos reímos. Nos asustamos. Nos escondemos en nuestras espaldas. Nos burlamos tras sus espaldas. Siempre creen que es mi enamorada. Ella es la ex novia de dos de mis mejores amigos. Ella se ha hecho mi mejor amiga. Más amiga que cualquier amigo.
La segunda es mi cómplice de juergas. De irrealidades realizables. De inocencia perdida. Con ella nos apoyamos en nuestra soltería y nos criticamos en nuestros noviazgos. Alguna vez nos besamos Nos miramos supimos que no corría y seguimos siendo amigos. Teníamos que probar que no éramos y que siempre seremos. Y era como bailar con la hermana. Ahora somos confidentes e infidentes.
La tercera alguna vez fue mi amor platónico. Ahora es la mejor expresión de que existe el olvido. Que la ilusión se puede transformar. Que el estar enamorado es solo cuestión de puntos de vista. Con ella siempre voy al cine y cuando voy solo siempre la extraño. Muchas de nuestras películas terminan en un bar con una conversación. Ella me cuenta de su novio perdido en el espacio y yo de la mía ubicada en la estratosfera.Ellas tres ocupan los espacios de una novia. Ellas son veinte amigas y diez amigos. Tres hermanas y una enamorada. Una me acompaña en mi soledad. La otra me escucha en mi locura. Y la última me recuerda mis errores.
Ellas tres desbaratan cualquiera de mis teorías estupidas sobre las mejores amigas.
Estas son las canciones que escuchaba cuando me gustaba una amiga. Ya se que son recontra obvias pero por eso son las que escuchaba. El enamorarse de tu mejor amiga es un lugar común en la vida...
Primero, Andres Calamaro poniendole su firma personal a una canción trillada pero no por eso menos genial..
Y luego, " agua" de Jarabe de Palo... esta de menos seguir diciendo algo de más...